En la mayoría de los casos, en su propia casa. Surge de un relevamiento oficial a nivel nacional. El principal abuso es el psicológico, seguido del financiero. Los especialistas reconocen que para los ancianos es muy difícil denunciar a un familiar. Por Victoria De Masi. Fuente: Clarín
Mi hijo se había separado de su mujer y como no tenía dónde vivir me pidió si podía quedarse en casa. Yo ni lo pensé, le dije que sí. Acomodamos un poco los muebles y compartimos la única habitación de mi casa. Al principio nos llevamos bien, pero a los dos años me hizo dormir en el living, después me apagaba la radio o me escondía las cosas. Y todo empeoró: hacía cualquier cosa con tal de que no llegara a mi cita con el médico y me sacaba la comida si no hacía lo que él me decía. Me pegaba en la espalda con la escoba y me cargaba, me decía que ya no servía para nada. Yo no quise denunciarlo, porque bueno, usté entiende, es mi hijo al fin y al cabo. Un poco por amor y otro poco por miedo. Al final, una vecina que escuchaba los gritos me ayudó". Ismael tiene 87 años, vive en Villa del Parque, y dice que ésta será la última vez que cuente "lo que le pasó". Es que el sometimiento de su hijo lo quiebra hasta cuando se acuerda.
La historia de Ismael -su apellido se reserva a su pedido- es una de las tantas de violencia verbal y física que viven los adultos mayores en el país. Las cifras son frías, pero concluyentes: cuatro de cada diez adultos mayores sufrieron maltratos, y la mayoría se dio en su propia casa. Es uno de los datos que arrojó el último relevamiento que hizo la Dirección de Políticas para Adultos Mayores del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación a nivel nacional. Entre 2008 y 2009 encuestaron a 1.236 abuelos, y el 37% aseguró haber vivido alguna situación de violencia física o psicológica, y la mayoría se dio en el hogar y de la mano de un familiar. "De acuerdo al monitoreo y al día a día, son los hijos los principales abusadores a la hora del maltrato. Es impensado para un padre denunciar al hijo, por el dolor que provoca la situación de abuso primero y la exposición policial o jurídica, después", concede Monica Roqué, gerontóloga y directora nacional de Políticas para Adultos Mayores.
Desde el Programa Proteger del Gobierno de la Ciudad, que se dedica justamente a contener y asesorar a mayores de 60 años en distintas situaciones de abuso, también coinciden en que el maltrato por parte de los hijos es el más denunciado. "En general, las denuncias recibidas respecto a los hijos están relacionadas al maltrato psicológico. Esto se da en la violación de sus derechos de tomar decisiones, agresiones verbales, silencios ofensivos, negar ver a los nietos, invadirles la casa o amenazarlos con el abandono", señala Mariana Stella, coordinadora de Proteger. En el segundo lugar se ubica el abuso financiero: el 10% de los abuelos refieren haber firmado papeles sin saber de qué se trataban. "O los familiares hacen uso de la jubilación, bienes y pertenencias sin consentimiento del adulto mayor", amplía Stella.
El la Provincia de Buenos Aires, en cambio, aún no hay una entidad pública que reciba las denuncias y por lo tanto no hay estadísticas. "Desde el Gobierno bonaerense se instaló el tema y cada Municipio decide cómo aplicar sus políticas", indicó Pedro Morán, director provincial de Derechos Sociales.
Para prevenir estas situaciones de violencia, los especialistas consultados por Clarín hablan de "empoderar" al adulto mayor: esto es, hacerle saber sus derechos y fortalecerlo al momento de denunciar. Lo cierto es que justamente ahí está el problema: dar aviso a la Policía es muy complicado para muchos abuelos. ¿Por qué? "El 70% de los casos es abuso psicológico, algo muy difícil de comprobar. A los abuelos no les creen cuando lo cuentan", apunta Stella. Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad de la Ciudad, coincide: "Se suele dar menos credibilidad a las afirmaciones de un anciano, más aun si el mayor es percibido como alguien 'difícil', y el familiar o cuidador se comunica bien con los profesionales". De hecho, según la encuesta, el 43% de los afectados sigue recurriendo a su familia para pedir ayuda.
La historia de Ismael -su apellido se reserva a su pedido- es una de las tantas de violencia verbal y física que viven los adultos mayores en el país. Las cifras son frías, pero concluyentes: cuatro de cada diez adultos mayores sufrieron maltratos, y la mayoría se dio en su propia casa. Es uno de los datos que arrojó el último relevamiento que hizo la Dirección de Políticas para Adultos Mayores del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación a nivel nacional. Entre 2008 y 2009 encuestaron a 1.236 abuelos, y el 37% aseguró haber vivido alguna situación de violencia física o psicológica, y la mayoría se dio en el hogar y de la mano de un familiar. "De acuerdo al monitoreo y al día a día, son los hijos los principales abusadores a la hora del maltrato. Es impensado para un padre denunciar al hijo, por el dolor que provoca la situación de abuso primero y la exposición policial o jurídica, después", concede Monica Roqué, gerontóloga y directora nacional de Políticas para Adultos Mayores.
Desde el Programa Proteger del Gobierno de la Ciudad, que se dedica justamente a contener y asesorar a mayores de 60 años en distintas situaciones de abuso, también coinciden en que el maltrato por parte de los hijos es el más denunciado. "En general, las denuncias recibidas respecto a los hijos están relacionadas al maltrato psicológico. Esto se da en la violación de sus derechos de tomar decisiones, agresiones verbales, silencios ofensivos, negar ver a los nietos, invadirles la casa o amenazarlos con el abandono", señala Mariana Stella, coordinadora de Proteger. En el segundo lugar se ubica el abuso financiero: el 10% de los abuelos refieren haber firmado papeles sin saber de qué se trataban. "O los familiares hacen uso de la jubilación, bienes y pertenencias sin consentimiento del adulto mayor", amplía Stella.
El la Provincia de Buenos Aires, en cambio, aún no hay una entidad pública que reciba las denuncias y por lo tanto no hay estadísticas. "Desde el Gobierno bonaerense se instaló el tema y cada Municipio decide cómo aplicar sus políticas", indicó Pedro Morán, director provincial de Derechos Sociales.
Para prevenir estas situaciones de violencia, los especialistas consultados por Clarín hablan de "empoderar" al adulto mayor: esto es, hacerle saber sus derechos y fortalecerlo al momento de denunciar. Lo cierto es que justamente ahí está el problema: dar aviso a la Policía es muy complicado para muchos abuelos. ¿Por qué? "El 70% de los casos es abuso psicológico, algo muy difícil de comprobar. A los abuelos no les creen cuando lo cuentan", apunta Stella. Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad de la Ciudad, coincide: "Se suele dar menos credibilidad a las afirmaciones de un anciano, más aun si el mayor es percibido como alguien 'difícil', y el familiar o cuidador se comunica bien con los profesionales". De hecho, según la encuesta, el 43% de los afectados sigue recurriendo a su familia para pedir ayuda.
Estereotipos
Adriana Santagati
Una encuesta publicada en esta sección daba cuenta de que el 60% de los mayores de 60 se siente sano y que creen que hay que cambiar los estereotipos sobre la vejez. En una sociedad que hace un culto de la juventud y que asocia inexorablemente al paso del tiempo con la decrepitud, no suena contradictorio que al mayor se lo desmerezca, se lo ignore o se lo use y descarte, por mencionar tres formas de maltrato. Para los que todavía caemos en la categoría de "población económicamente activa", sería bueno parar un minuto y reflexionar. Para ver las conductas que tenemos con nuestros mayores, y para darnos cuenta de que, si tenemos suerte, algún día nosotros también estaremos en ese lugar.
Dónde pedir ayuda:
Dónde pedir ayuda:
Proteger 4010-0300
Aréa de la Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo: 4338-4900
ONG Defensoría de la Tercera Edad con sede en Mar del Plata: (0223)477-0656
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